Un ejemplo de formación en centros
Entrados, ya por completo en el ritmo del curso, comenzamos entre otras cosas un año más de formación ya sea a través de ciefps, e-learning o formación en centros.
En esta entrada me gustaría contar cómo se organiza la formación TIC de mi centro (de la que soy responsable, como coordinador, junto a mi compañera Esther). Creo que puede servir como ejemplo para conocer un planteamiento algo distinto al tradicional.
Cuando llegué por primera vez al ceip Valdáliga (hace ya 7 años) tenían planteada una formación TIC cuyo objetivo era acercar estos medios al claustro. La aceptación era importante y el modelo similar a lo que seguro muchos conoceréis: formación en herramientas.
Sin embargo, al tomar la responsabilidad en el 2004 de dicha formación, me pareció que era hora de cambiar ese planteamiento ofimático y dirigirlo a un modelo mucho más didáctico.
Desde entonces hasta ahora, la formación está encaminada a la creación de materiales y actividades de uso directo en el aula con los alumnos/as.
Al comienzo del curso los miembros del claustro que realizan la formación (es decir, el 100% de los docentes) buscan en sus programaciones respectivas y piensan actividades que les pudiesen servir para llevar a cabo dicha programación. Como les suelo decir: vosotros pensad en lo que queréis que salga en la pantalla, qué queréis que pase y cómo queréis que interaccionen los alumnos/as. A partir de aquí se les orienta en qué programas necesitan o son más convenientes para realizar esa actividad y se les enseña solo aquellas herramientas que van a usar de cada programa.
Un ejemplo sencillo, si un docente quiere trabajar los pueblos de valdáliga y que aparezca en pantalla un mapa del municipio, con distintos iconos de localizaciones que al hacer clic muestre una explicación, con nombres de pueblos para colocar o escribir, etc. la orientación va encaminada a decirle, en primer lugar, cómo encontrar algo ya hecho; en caso de que no hubiese nada, se le orientaría en el programa idóneo (sencillez + efectividad) como base para su aplicación (en este caso podría ser powerpoint, notebook, impress o similar). Una vez determinado el programa, se le indica lo básico para manejarse con él: cómo estructurar su aplicación, cómo introducir objetos y realizar vínculos. Si se necesita modificar alguna imagen, se le mostrará como cargarla en un editor y cortar o cambiar el tamaño. Por último, veríamos lo básico para escribir con la PDi o incluso con el ordenador.
Todo este proceso se realizaría en varias sesiones y durante las mismas se puede sugerir algún cambio que mejore la aplicación (por ejemplo, enlaces web en vez o además de imágenes o texto escritos, enlaces a Google Earth, ejercicios de tratamiento de información, actividades complementarias, etc.). Como resultado de la formación, tenemos un docente que ha aprendido a manejar solo lo que necesita de un programa de presentaciones, de un editor de imágenes y de búsqueda en internet. El producto es una aplicacación de uso directo con los alumnos/as y cuyo resultado se ve en el momento, pudiendo aprender de errores y aciertos para posteriores actividades.
La evaluación de esta formación es muy satisfactoria y los maestros valoran mucho la posibilidad de contar con la orientación y el apoyo para, en esas dos horas, realizar un material que podran usar en su aula. De esta forma, no solo aprenden el uso de las herramientas, sino que ahorran mucho tiempo de trabajo en sus casas gracias a que el producto es ya utilizable y que las dificulatades se resuelven mejor en equipo.
En esta entrada me gustaría contar cómo se organiza la formación TIC de mi centro (de la que soy responsable, como coordinador, junto a mi compañera Esther). Creo que puede servir como ejemplo para conocer un planteamiento algo distinto al tradicional.
Cuando llegué por primera vez al ceip Valdáliga (hace ya 7 años) tenían planteada una formación TIC cuyo objetivo era acercar estos medios al claustro. La aceptación era importante y el modelo similar a lo que seguro muchos conoceréis: formación en herramientas.
Sin embargo, al tomar la responsabilidad en el 2004 de dicha formación, me pareció que era hora de cambiar ese planteamiento ofimático y dirigirlo a un modelo mucho más didáctico.
Desde entonces hasta ahora, la formación está encaminada a la creación de materiales y actividades de uso directo en el aula con los alumnos/as.
Al comienzo del curso los miembros del claustro que realizan la formación (es decir, el 100% de los docentes) buscan en sus programaciones respectivas y piensan actividades que les pudiesen servir para llevar a cabo dicha programación. Como les suelo decir: vosotros pensad en lo que queréis que salga en la pantalla, qué queréis que pase y cómo queréis que interaccionen los alumnos/as. A partir de aquí se les orienta en qué programas necesitan o son más convenientes para realizar esa actividad y se les enseña solo aquellas herramientas que van a usar de cada programa.
Un ejemplo sencillo, si un docente quiere trabajar los pueblos de valdáliga y que aparezca en pantalla un mapa del municipio, con distintos iconos de localizaciones que al hacer clic muestre una explicación, con nombres de pueblos para colocar o escribir, etc. la orientación va encaminada a decirle, en primer lugar, cómo encontrar algo ya hecho; en caso de que no hubiese nada, se le orientaría en el programa idóneo (sencillez + efectividad) como base para su aplicación (en este caso podría ser powerpoint, notebook, impress o similar). Una vez determinado el programa, se le indica lo básico para manejarse con él: cómo estructurar su aplicación, cómo introducir objetos y realizar vínculos. Si se necesita modificar alguna imagen, se le mostrará como cargarla en un editor y cortar o cambiar el tamaño. Por último, veríamos lo básico para escribir con la PDi o incluso con el ordenador.
Todo este proceso se realizaría en varias sesiones y durante las mismas se puede sugerir algún cambio que mejore la aplicación (por ejemplo, enlaces web en vez o además de imágenes o texto escritos, enlaces a Google Earth, ejercicios de tratamiento de información, actividades complementarias, etc.). Como resultado de la formación, tenemos un docente que ha aprendido a manejar solo lo que necesita de un programa de presentaciones, de un editor de imágenes y de búsqueda en internet. El producto es una aplicacación de uso directo con los alumnos/as y cuyo resultado se ve en el momento, pudiendo aprender de errores y aciertos para posteriores actividades.
La evaluación de esta formación es muy satisfactoria y los maestros valoran mucho la posibilidad de contar con la orientación y el apoyo para, en esas dos horas, realizar un material que podran usar en su aula. De esta forma, no solo aprenden el uso de las herramientas, sino que ahorran mucho tiempo de trabajo en sus casas gracias a que el producto es ya utilizable y que las dificulatades se resuelven mejor en equipo.
1 comentario:
El modelo que cuentas es muy interesante, ojala se tomase ejemplo.
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